Ara transcriuré aquí un petit exercici que vaig fer no recordo molt clarament si quan estava a Bilbo o a Buenos Aires, encara que asseguraria que era en aquest segon curs acadèmic. La qüestió era reflexionar sobre el poder, com veureu està en castellà, no l'he traduit, ja sigui per peresa o per por de perdre alguna expressió que representaria millor allò que en aquells moments se'm va acudir a l'escriure'l. No m'ho retregueu siusplau.
ESCENIFICACIÓN DEL PODER
Des de tiempos inmemoriales el poder se escenifica, se enseña, se hace ver, no puede existir poder sin imagen. A lo largo de la historia los mecanismos de representación del poder han ido cambiando en la forma, y en ciertas ocasiones el fondo también, aunque mayoritariamente ha obedecido a la necesidad de mostrar una superioridad buscando su legitimación.
Poder normalmente se asocia con subordinación, el poder que viene de arriba, pero no siempre es o ha sido así. En las sociedades primitivas africanas, por ejemplo, el poder era el que ejercía el pueblo organizado de forma asamblearia, el pueblo en ese caso era realmente soberano, y no como ahora, que delega el poder en otros, aunque quieran engañarnos con la falacia de pueblo soberano en una “sociedad democrática“.
En este tipo de sociedades igualmente se necesitaba de una representación simbólica de la soberanía popular, y lo hacían a través de acciones y actitudes conjuntas. La simple organización de la asamblea, todas las personas sentadas en circulo, es una muestra clara de representación del poder ciudadano, todos al mismo nivel, con el mismo estatus. Por lo contrario, cuando alguien pretende elevarse como líder, se lo expulsa de la comunidad sin dirigirle palabra alguna, simplemente no se le permite sentarse en este circulo asambleario y se le ridiculiza con carcajadas, pura escenificación.
En la sociedad del medievo es donde más visiblemente se muestra la idea de poder entendida como jerarquía, aparece la figura del señor y la del súbdito, el poder de soberanía, como dice Foucault. En este caso el señor feudal ejercerá grandes escenificaciones para mostrar, sin ahorrarse ningún detalle, su superioridad. Los fastos, la abundancia, los escudos, todo esto es símbolo de poder, a través de este conjunto de imágenes, los súbditos aprecian el estatus de su señor.
En las sociedades disciplinarias los mecanismos de legitimación del poder pasan también por la representación, y es donde más se representa, aunque se haga de forma más sutil, no tan manifiesta para la masa.
En esta sociedad las élites de poder son las que controlan a los individuos a través de los mecanismos disciplinarios, las personas han sido adiestradas para coger unos ciertos hábitos que, sin ellos darse cuenta, ayudan a perdurar esas relaciones de poder.
Las estructuras escolares, las militares, las religiosas,… todas ellas tienen un papel fundamental en procurar mantener a la masa dentro de los límites establecidos, y las representaciones simbólicas juegan un papel fundamental en ello. Establecen unas normas de comportamiento y unos códigos, que el individuo interioriza de tal forma que se le hacen cuotidianos, gracias en gran medida porque son unos comportamientos y unos códigos visuales, y altamente escenificados.
Así, cuando un alumno, un feligrés, un soldado,… ve al maestro, al sacerdote o al teniente coronel en una posición de privilegio respeto a ellos, elevado en una tarima, en ningún momento se va a plantear el porque de esa diferenciación, simplemente ya hace tiempo que ha tomado esa imagen como normal, y la ha aceptado.
Pero si hablamos de escenificación, no podemos olvidarnos de los grandes teatros que actualmente controlan a la masa, estos son los medios de comunicación. Des de que empezaron a proliferar estos mecanismos capaces de llegar casi a la totalidad de la población, el poder vio en ellos una herramienta potentísima para legitimarse.
Los políticos, los famosos,... no son nadie si no salen en televisión, si no se habla de ellos, si no entran por los ojos de la gran masa. Están representado constantemente un show digno de los mejores actores y actrices, siempre bien sonrientes, con la familia bien felices, enamorados, maravillosas personas,… de esta forma lo que están ofreciendo es una imagen, una imagen lo bastante potente como para ser aceptados entre la opinión pública, y proliferar su poder.
En el mundo capitalista y consumista en el que vivimos, estamos avasallados de publicidad por todas partes, carteles, anuncios, todo son representaciones visuales para estimular a los individuos a consumir. Hoy en día no se puede acudir a un acto, ver un partido de fútbol, una exposición,… que no esté patrocinada por una gran empresa, allí están en todos lados, haciendo marca, diciendo: estoy aquí, no te vas a escapar de mi! Es la imagen del poder económico.
Poder normalmente se asocia con subordinación, el poder que viene de arriba, pero no siempre es o ha sido así. En las sociedades primitivas africanas, por ejemplo, el poder era el que ejercía el pueblo organizado de forma asamblearia, el pueblo en ese caso era realmente soberano, y no como ahora, que delega el poder en otros, aunque quieran engañarnos con la falacia de pueblo soberano en una “sociedad democrática“.
En este tipo de sociedades igualmente se necesitaba de una representación simbólica de la soberanía popular, y lo hacían a través de acciones y actitudes conjuntas. La simple organización de la asamblea, todas las personas sentadas en circulo, es una muestra clara de representación del poder ciudadano, todos al mismo nivel, con el mismo estatus. Por lo contrario, cuando alguien pretende elevarse como líder, se lo expulsa de la comunidad sin dirigirle palabra alguna, simplemente no se le permite sentarse en este circulo asambleario y se le ridiculiza con carcajadas, pura escenificación.
En la sociedad del medievo es donde más visiblemente se muestra la idea de poder entendida como jerarquía, aparece la figura del señor y la del súbdito, el poder de soberanía, como dice Foucault. En este caso el señor feudal ejercerá grandes escenificaciones para mostrar, sin ahorrarse ningún detalle, su superioridad. Los fastos, la abundancia, los escudos, todo esto es símbolo de poder, a través de este conjunto de imágenes, los súbditos aprecian el estatus de su señor.
En las sociedades disciplinarias los mecanismos de legitimación del poder pasan también por la representación, y es donde más se representa, aunque se haga de forma más sutil, no tan manifiesta para la masa.
En esta sociedad las élites de poder son las que controlan a los individuos a través de los mecanismos disciplinarios, las personas han sido adiestradas para coger unos ciertos hábitos que, sin ellos darse cuenta, ayudan a perdurar esas relaciones de poder.
Las estructuras escolares, las militares, las religiosas,… todas ellas tienen un papel fundamental en procurar mantener a la masa dentro de los límites establecidos, y las representaciones simbólicas juegan un papel fundamental en ello. Establecen unas normas de comportamiento y unos códigos, que el individuo interioriza de tal forma que se le hacen cuotidianos, gracias en gran medida porque son unos comportamientos y unos códigos visuales, y altamente escenificados.
Así, cuando un alumno, un feligrés, un soldado,… ve al maestro, al sacerdote o al teniente coronel en una posición de privilegio respeto a ellos, elevado en una tarima, en ningún momento se va a plantear el porque de esa diferenciación, simplemente ya hace tiempo que ha tomado esa imagen como normal, y la ha aceptado.
Pero si hablamos de escenificación, no podemos olvidarnos de los grandes teatros que actualmente controlan a la masa, estos son los medios de comunicación. Des de que empezaron a proliferar estos mecanismos capaces de llegar casi a la totalidad de la población, el poder vio en ellos una herramienta potentísima para legitimarse.
Los políticos, los famosos,... no son nadie si no salen en televisión, si no se habla de ellos, si no entran por los ojos de la gran masa. Están representado constantemente un show digno de los mejores actores y actrices, siempre bien sonrientes, con la familia bien felices, enamorados, maravillosas personas,… de esta forma lo que están ofreciendo es una imagen, una imagen lo bastante potente como para ser aceptados entre la opinión pública, y proliferar su poder.
En el mundo capitalista y consumista en el que vivimos, estamos avasallados de publicidad por todas partes, carteles, anuncios, todo son representaciones visuales para estimular a los individuos a consumir. Hoy en día no se puede acudir a un acto, ver un partido de fútbol, una exposición,… que no esté patrocinada por una gran empresa, allí están en todos lados, haciendo marca, diciendo: estoy aquí, no te vas a escapar de mi! Es la imagen del poder económico.
2 comentaris:
Perdoni soc un lleganyós que me perdut, aquí s'aboca o no s'aboca??? Si la rotonda fos a Lleganyilàndia hi hauria un bloc de pisos.
Als llaganyosos perduts los fotem al pantano (d'aigua de capçanes)!així ja no hauran de viure envejant macrorotondes ni hauran de veure lo seu poble sota la febre urbanisticoespeculadora!jaja!
tot i que correm lo risk que creeu un parc temàtic subakuàtic que acabi anunciat en una vitrina d'alguna immobiliària decrèpita de tarragona!auu salut i carraska!
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